fotos bien dormidos (1)

Siestas «de contacto»: Qué son, cuándo ayudan, y como pasar a la cuna

Siestas en contacto: qué son, cuándo ayudan y cómo pasar a la cuna sin drama

¿Te pasó quedarte dormida/o acurrucando al bebé hasta que se queda? A esas siestas se las suele llamar contact naps: cuando el bebé se duerme apoyado en el cuerpo de un adulto o en un portabebés mientras están en movimiento.

Las siestas son fundamentales para el desarrollo, el ánimo y la energía del bebé —y para la salud mental de quienes lo cuidan. No es sólo cuántas horas duerme, sino la calidad del sueño lo que hace la diferencia. Por eso está buenísimo entender cuándo las siestas en contacto son útiles… y cuándo conviene empezar a cambiarlas por siestas en la cuna.

¿Cuándo las siestas en contacto son útiles?

En los primeros meses son totalmente válidas y, muchas veces, necesarias. Son especialmente útiles cuando:

  • El bebé está muy cansado y necesitás cortar el ciclo de exceso de sueño.

  • Están usando la siesta para salir de casa: el portabebés puede ser mejor que el cochecito para dormir en movimiento.

  • Tenés que hacer malabares con un hermanito/a y necesitás las manos libres ocasionalmente.

  • Es la última siesta del día y te ayuda a que llegue a la hora de acostarse sin desbordes.

En los primeros meses las siestas cortas y en contacto ayudan a regular los ritmos —y está bien usarlas como herramienta.

¿Cuándo se transforman en un problema?

El problema aparece si la única forma en que el bebé sabe dormirse es con contacto. El dormir es una necesidad biológica, pero la forma de dormirse se aprende. Si desde siempre el bebé asoció dormir con estar en brazos o comer hasta dormirse, va a buscar eso cada vez que tenga sueño: siesta, noche, o acostada/o. Eso implica que alguien tenga que estar disponible siempre —y no siempre es sostenible.

Además, muchos papás/mamás cuentan que, con el tiempo, el sueño en contacto se vuelve menos reparador: el bebé se mueve, se despierta más o tarda más en dormirse. Cuando eso pasa, es una buena señal para empezar a practicar la transición hacia la cuna.

Cómo empezar la transición — pasos prácticos y con paciencia

La transición lleva tiempo y práctica. No hace falta hacerlo todo de golpe; avances pequeños también son triunfo.

  1. Preparate el ambiente

    • La cuna debe ser un lugar seguro y consistente: sólo sábana ajustada para menores de 12 meses, nada suelto.

    • Oscurecé un poco la habitación y usá ruido blanco suave si eso ayuda a calmar (nada demasiado fuerte).

  2. Respetá ventanas de vigilia acordes a la edad

    • Aprendé a leer las señales de sueño del bebé y armá ritmos de vigilia adecuados a su edad para que llegue con ganas de dormir, no agotado.

  3. Rutina comer-juego-dormir

    • Intentá que el bebé esté despierto y alerta al alimentarlo, luego un rato de juego, y después la siesta. Esto ayuda a que la siesta en cuna no esté ligada únicamente a la última toma.

  4. Exponelo a la cuna estando despierto

    • Ponelo en la cuna para jugar o descansar despierto mientras vos estás en la habitación; la idea es que la cuna no sea solo el lugar donde lo dormiste exclusivamente en brazos.

  5. Reducí gradualmente el contacto para dormir

    • En lugar de mecer hasta que esté dormido, intentá reducir el balanceo a una canción y luego acostalo despierto. Si protesta, acompañalo con palabras o caricias sin volver al mismo patrón antiguo.

  6. Fortalecé primero el sueño nocturno

    • Trabajá la independencia del sueño a la noche primero: si el bebé duerme mejor de noche, las siestas suelen mejorar después.

  7. Practicá: cada siesta cuenta

    • Un corta siesta en cuna es una victoria. Algunas saldrán bien, otras no; lo importante es la consistencia.

¿Cuánto tiempo lleva?

No hay una respuesta única: algunos bebés empiezan a aceptar la cuna a los 3–4 meses, pero nunca es tarde para acompañar esta transición. Lo fundamental es la paciencia, la práctica y mantener la calma cuando haya retrocesos.


Si sentís que las siestas en contacto son la única forma de que tu bebé duerma y querés acompañamiento para lograr siestas más largas en cuna, te puedo ayudar. Contactame y agendamos una consulta: armamos juntas/os un plan de sueño personalizado y gentil, paso a paso, para que tu bebé y vos descansen mejor.

¿Querés que te arme un plan para empezar esta semana? Contactame y coordinamos la consulta.